jueves, 4 de octubre de 2007

¡Ay, trampositos, trampositos!

Mira que os ponéis pesados con lo de las memorias y los desenterramientos. Y lo acompañáis de amenazas, el dedo apuntando a no se sabe bien quién: ¡a ti, a ti te señalo yo desde mi tribuna de autoproclamada verdad indivisible e incontestable!
¡Pero hombre, así no hay ni puede haber memoria, ni siquiera presente, ni futuro cabal! Pretendéis cubrir con la capa de la Ciencia a vuestro programa, dotarle de un halo de benignidad... pero empezáis apuntando, acusando, amenazando. ¿Qué Ciencia es esa que antes de empezar decide lo que hay que encontrar y, no contenta con eso, coloca el punto de mira en todo presunto discrepante?
Luego va a suceder lo inevitable: que si buscáis de verdad, vais a encontrar calaveras azules, calaveras grises, fémures amarillos y vértebras naranjas. ¿Y qué vais a hacer? Tendréis que agenciaros buenas cantidades de pintura monocolor para darles el tono deseado. ¿O vais a ocultar, o quizá a cubrir con papel de periódico lo que no se ajuste a la teoría?
-Mira Sancho, que eso que dices no es Ciencia ni es nada, que eso es Propaganda -dijo el Quijote.
Go home, please!