Si te desconectas de tus dispositivos,
si apagas la pantalla y levantas la cabeza,
Podrás conectarte con un mundo maravilloso.
Te está esperando, fuera y a tu alrededor.
Descubrirás además
que puedes hacer por ti misma un sinfín de cosas.
Considera si puedes permitirte seguir perdiendo
tu precioso tiempo
atendiendo los inacabables destellos
de tu dispositivo táctil.
Todo un racimo de experiencias
—palpables, tangibles, reales—
te está esperando.
No dejes que tu vida se escape a borbotones
por las autopistas digitales de alta velocidad.
Olvida sus atractivas e irresistibles llamadas,
Son solo quiméricas sirenas.
¡Ánimo y suerte!