viernes, 19 de julio de 2013

Avispa alfarera (sceliphron destillatorium)

La avispa alfarera construye con barro una cavidad-nido donde deposita el huevo que, con el tiempo, eclosionará para dar salida a la larva; esta, a su vez, se transformará en pupa que, con paciencia, dará lugar a una nueva avispa.
Como toda criatura, la larva y la pupa necesitan alimentarse, así que la avispa no solo pone el apartamento a su hija, sino que le deja la despensa llenita de animalillos aptos para su consumo. Aptos desde el punto de vista de una larva, se sobreentiende.
Para ello, la avispa captura todo tipo de arañas: de un color u otro, grandes o pequeñas, simpáticas o no... a todas les inocula un veneno que las deja medio atontadas, si no las mata, y las mete a presión en el botijo de barro donde el huevo, pacientemente, espera su turno.
Abrir una cápsula de barro de avispa alfarera es una auténtica caja de sorpresas. Cuidado, pueden picar, como es lógico.