miércoles, 11 de junio de 2008

Fuera de aquí

Tengo la impresión de que, para muchas personas, la Red, la gran Telaraña mundial, lo es casi todo. «Lo que no se publica, lo que no se ve a través del navegador, no existe», parece ser la nueva filosofía. Pero, claro, eso ni es filosofía ni es nada. Es baratura.

Para mí la Red es un tejido basto y sin demasiados matices. Los colores son más bien apagados, tirando a digitales. Hay inflorescencias, sí, pero todas quedan entre el cero y el uno, y no acaban de convencer. Existen intentos muy loables y tiernos de mostrar al prójimo nuestro hígado, corazón o testículos fileteados, pero no acaba de ser igual que en una pescadería. Existen aproximaciones nada desdeñables al conocimiento, pero llevo ya diez monitores estropeados al golpearlos con el dedo índice tras leer una cita brillante o enojosa, algo que no pasa con la pasta de celulosa.

Así pues, reclamo un humilde reconocimiento a los miles y millones de personas que, aún teniendo maravillosas begonias tricolores, unicornios domésticos, racimos de gemelos sonrientes, pequeñitos y con pecas, docenas de ideas estupendas y perfiles nunca vistos en pantalla, viven apaciblemente en su mundo no electrónico; personas rodeadas de cables pero que no se meten por ellos como hacemos algunos; congéneres hermosos y más que interesantes que nunca pondrán un comentario en ningún diario cibernético. Porque hay algo más allá, que no se puede ponderar al estar en otra dimensión. Fuera de aquí.

17 comentarios:

  1. El resultado no prometía, pero ha dado mucho. Gracias, Australino, por tus letras que ensanchan nuestras mentes.

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti, guapo, por ayudarme a salir del marasmo vegetativo.

    ResponderEliminar
  3. ¿Realmente has salido del marasmo vegetativo? ¡A ti lo que te hace falta es un buen filetaco!

    ResponderEliminar
  4. No he salido, sigo en él... pero no es del todo malo, mecacholeiro.

    ResponderEliminar
  5. Siendo así... puedes pasar del filetaco. :)

    ResponderEliminar
  6. "Baratura": ¡qué hermosa palabra!

    ResponderEliminar
  7. Pareces, por lo que he podido percibir por tus palabras, un poquito pedante y muy pagado de ti mismo. Es habitual que las personas que son de esta manera, y corrígeme si no te encuentras entre ellas, sean realmente justo lo contrario de lo que pretenden mostrar a los demás. ¿Es ese tu caso, Australino de las antípodas del buen ser?
    Debiéramos conocernos para salir de dudas, ¿verdad?.

    ResponderEliminar
  8. ¡Glub, glub! Señor marqués, nada más lejos de mi intención que ser pedante, pero uno resulta ser, mal que le pese, lo que realmente es, y si resulta que lo soy, poco podré hacer por evitarlo.

    La última (y quizá realmente última) entrada del blog pretendía ser una especie de despedida mezclada con apología de personas como mi abuela que, lo queramos o no, también existen en el universo mundo. Pero no era una entrada con demasiadas pretensiones.

    Otro asunto sería lo difícil que me resulta adaptar al formato blog las cosas que me gustan, irritan, interesan o hastían. Ando bastante desorientado yo con esto de la red, y suelo preferir la sombra de un piñonero que tirarme largos ratos actualizando perfiles y entradas cibernéticas. El resultado es, según parece (no rebato su impresión porque bien puede estar en lo cierto), poco satisfactorio.

    Y ello me hace recordar que tengo cosas que hacer con mis verdes y estáticas compañeras.

    Un saludo, señor marqués, y encantado de conocerle. :)

    ResponderEliminar
  9. Quizás no pueda yo dar una opinión objetiva, pero el resultado a mi me parece satisfactorio. Pero mi opinión sobre D. Australino es, al menos, bien documentada y doy fe de su falta de pedantería y de que no es nada, nada pagado de sí mismo. Otros defectillos sí se le pueden encontrar, pero esos...

    ResponderEliminar
  10. El único defecto que se le puede encontrar es que baila en la cocina y que hace así. ¡Ay, qué lástima, no podéis verlo...!

    ;)

    ResponderEliminar
  11. Así... ¡Mierda, no me sale bien en ceros y unos!

    ResponderEliminar
  12. Espero que después de la última tarta de zanahorias, los últimos atisbos de defectos hayan sido barridos definitivamente...

    Un beso a mis guapos participantes.

    ResponderEliminar
  13. A mi lo que me flipa es que una araña sepa escribir.

    ResponderEliminar
  14. Efectivamente, mirando mi mano, es lo que parece... :)

    ResponderEliminar
  15. Como diría Ana Rosa Quintana: 'se trata de un problema informático'...

    ;)

    ResponderEliminar