domingo, 3 de junio de 2012

Breviarios I. Sangre sí, cultura no


Los vivarachos gitanos llenan de porquería cualquier lugar en el que descansan a merendar, cenar o tomar un refrigerio. No son los únicos, pero ellos lo hacen sistemáticamente. La existencia de papeleras les debe resultar tan peregrina, tan exótica como ver volar un rinoceronte sobre sus cabezas. Rechazo con virulencia esta falta absoluta del civismo más básico.

Nada que decir contra su sangre: esta raza pare ejemplares de una pureza estética que en nada envidia a la sangre escandinava, por ejemplo. Pero todo lo estimable de su raza, incluido su talento artístico, se torna en execrable cuando se trata de su encaje en la sociedad donde viven inmersos. Su falta generalizada de civismo, los negocios que hacen con los galgos, su machismo descarado y sin ambajes, son algunas manifestaciones de su cultura que ni entiendo ni justifico.

Nota antropológica: la foto procede del parque de San Isidro hace un año; en este caso, fueron personas de origen andino (peruanos, ecuatorianos...) quienes dejaron el rastro de deshechos tras una de sus gregarias y ruidosas reuniones en el parque. Estaría muy bien que, al tiempo que se relacionan y divierten de manera sencilla y relativamente sana ─capacidad que ha perdido la población autóctona─, tuvieran en cuenta una serie de reglas básicas de comportamiento.