El viernes pasado, 22 de febrero, andaba trasteando por aquí como un día laborable cualquiera cuando, a ráfagas, empezaron a llegarme unos gritos de un lugar indefinible al principio, por lo extraño. Eran como cientos de gatos maullando, pero parecía que venía... ¡del cielo!
«¿Qué será eso?», me pregunté, y me precipité a la terraza para mirar hacia arriba. El sol chocaba contra mis ojos y tardé en percatarme de la tenue manta de píxeles alados que cubría el cielo. ¡Demonios, son cigüeñas! Docenas y docenas de cigüeñas volando sobre el enorme caserío de Madrid, montando una tremenda algarabía que, por una vez, no procedía de las verbenas o fiestas de origen humano, sino de una de las pocas porciones de naturaleza salvaje que aún se pueden contemplar. Parecían desconcertadas a tenor de sus bandazos... a un lado, a otro, arremolinándose, al este, al oeste, al norte. Si estaban jugando, era un juego no exento de ansiedad.
«¡Que encuentren el camino, quiero que lo encuentren!», pensé para mis adentros. Dentro del movimiento hormigueante predominaba la componente este, y hacia allá, hacia el Retiro, las vi dirigirse. «¡Mal asunto, pobres cigüeñas!» Por un momento consideré la posibilidad de que se perdieran en un lugar tan inhóspito como debe ser este visto desde el cielo. Pero no... ¡puf!, respiré hondo: finalmente parecieron coger un rumbo más o menos firme, en dirección nordeste, en busca de algún marjal. «Buen camino», pensé, «van hacia Guadalajara; buena tierra.»
En la foto solo se ven unas pocas, eran muchas, muchas más, todas juntas en grata compañía.
No son cigüeñas, amigo, sino grullas. No es que lo deduzca por la fotografía, sino porque en 'mi pueblo' llevo días viéndolas organizarse para el largo viaje, pues suelen quedar por esos lares esos animalillos. De hecho, una de las pocas cosas que recuerdo de Pezuela antes de vivir allí es el contemplar a las grullas revolotear en círculos antes de tomar la decisión de partir juntas hacia su destino. Es una señal inequívoca y hermosa de que el invierno está acabando.
ResponderEliminarMecacholo, amigo, te diré una cosa: primero pensé en cigüeñas, al verlas en vuelo, aunque estaban lejísimos. Después lo pensé de nuevo y teóricamente me dije que debían ser grullas, y así lo puse en el blog.
ResponderEliminarDespués miré en las guías y, según dicen, las cigüeñas también migran en ocasiones en grandes bandadas y de un modo característico, como hormigueante, tal como las había visto. Las grullas que yo he visto, en Extremadura, también van en grandes bandadas y gritan, pero parece que, una vez que se deciden a partir, van siempre en uve, bien organizaditas. Nada que ver con lo que vi yo en el cielo. Así que lo cambié de nuevo.
La verdad, no lo sé. Quizá tengas razón, pero no estoy seguro. ¿?
En cualquier caso, se les da bien el punto de cruz.
ResponderEliminarEn Pezuela las grullas dan unas cuantas vueltas mientras se organizan y se juntan varias bandadas antes de partir. Mientras se pueden oir gritar desde abajo, lo cual simpre anima a subir la cabeza para localizarlas.
ResponderEliminarUna cosa que me quedó pendiente con Rafa fue ir a ver las grullas a Gallocanta.
Nata: no nos has aclarado lo del Neanderthal ese...
ResponderEliminarUna gran bandada fue vista el sábado sobre el cielo de Madrid por otra persona, y en esta ocasión hay fotos que muestran claramente que se trata de grullas. :)
ResponderEliminar;)
ResponderEliminarSon más lindos los cuervos.
ResponderEliminarCuervos o cornejas negras, primos pero no iguales.
ResponderEliminarTe veo ornitóloga, Natas.
¿Por qué me pones en cursiva, Flacos? De acuerdo que mi higiene postural (ojo, sólo la postural) deja mucho que desear, pero de ahí a estar semitumbada.
ResponderEliminar¡Ah, no estoy hablando con La Natas de Entrevías?
ResponderEliminarCurioso: la preferencia ornitológica de Nata por los cuervos coincide al 100% con las declaradas en su día por Rafa. ¡Son tan monos!
ResponderEliminarDebo estar espesita, pero no sé de qué habláis ninguno de los dos.
ResponderEliminarSi es difícil y extraño encontrar a alguien en Madrid, que quiera o pueda mirar el cielo. Rizar el rizo es averiguar si eran grullas o cigüeñas.
ResponderEliminarMirar por la ventana ver ladrillos al frente, mirar por la ventana ver coches debajo, mirar por la ventana ver a la vecina de al lado, mirar por la ventana y ver la ropa tendida del de arriba.
Que suerte ver el cielo libremente.
A ver el cielo ayuda tener una bonita terraza, ¿verdad, australino?
ResponderEliminar«Nata», hoy viernes no es día para espesuras, sino para descansar y/o disfrutar.
ResponderEliminarSí, la terraza ayuda para estas cosas, mecacholo. Trabajo a dos metros de ella, no tengo excusa para asomarme cada vez que oigo o veo algo anómalo. En realidad, soy un poco cotilla... :)
Simpático/a anónimo/a, destápese usted, en el buen sentido de la palabra. Quiero decir, muestrésenos tal como es, para que le podamos ver y hablar como a uno/a más.
Destapado estoy
ResponderEliminar¡¡Churdita, amigo!! ¡Qué sorpresa! Un abrazote, chavalín. Me hace ilusión que entres en el blog. :)
ResponderEliminarMañana: elecciones. Vota a Alternativa Española, para escapar de la diabólica y perversa dialéctica PP-PSOE y rectificar la trayectoria hacia la descomposición nacional.
ResponderEliminar7.078 "católicos sin complejos".
ResponderEliminarPero Odiseo, amigo, ¿qué tiene que ver Alternativa Española con las aves migratorias? ¿Realmente piensas que de ese modo van a migrar mejor, que van a ser mejor atendidas sus reivindicaciones? Pues has de saber que las grullas, las cigüeñas, las tórtolas y los renacuajos tienen reivindicaciones como todo hijo de vecino.
ResponderEliminarMecacholo, amigo: me parece estupendo que los católicos no tengan complejos. :)
A mi lo que me parece estupendo es que haya 7.078 católicos sin complejos... Hemos de suponer que el resto están acomplejados... :) Pero cierro el tema, que no tiene que ver con grullas ni cigüeñas.
ResponderEliminarBonito el nuevo aspecto del blog, MNL AOO. Vamos perdiendo anonimato, ¿eh? :)
ResponderEliminarInmanuel es nombre bíblico, y tremebundo, por cierto. El que llevo puesto es más bien de andar por casa, de bar de calamares y partido del Atleti. Pero todos aspiramos a dar el salto y tocar con las puntas de los dedos cosas más... cosas más... no sé cómo decirlo. Déjame pensarlo...
ResponderEliminarPor cierto, muchas gracias, Mecacholo. Me alegro de que te mole el nuevo aspecto. De vez en cuando un lavado de cara viene bien.
ResponderEliminarTe ha faltado el "mazo".
ResponderEliminar[Sigo pensando que deberías elegir una plantilla más sencillita, עמנואל].
Es que Australino tiene cambio de registro: sabe cómo debe dirigirse a mi... Con el mazo dando. :)
ResponderEliminarIo sono pacific, aunque la lengüita y las neuronas se desmanden a veces.
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